A Eva Tovar le quedan muy pocos días para estrenarse como productora ejecutiva de la nueva apuesta de Prime Time de Antena 3, ‘La noche de Rober’, el gran espacio de humor y entrevistas que Atresmedia prepara con Roberto Villar, el popular presentador gallego de TVG por su éxito con el emblemático programa ‘Land Rober’, y la divertidísima humorista Silvia Abril, ligada hasta hace no mucho a la casa por su sonada participación en el exitoso ‘Tu cara me suena IV’. Pero pese a estar inmersa en la gestación de un programa que promete y mucho, la avalada profesional del sector me da las respuestas a esta segunda parte de su entrevista:
Kaik Espada: En la primera parte terminábamos con el gran hito de finales de los 90 como fue ‘Crónicas Marcianas’, programa en el que trabajaste como subdirectora. Desde entonces, ¿cuál crees que ha sido el mayor cambio que ha sufrido la tele desde esa década?
Eva Tovar: En los últimos 20 años la televisión se ha intentado adaptar a los
cambios que se han producido en nuestra sociedad. Con nuevos e interesantes
formatos para un público que ha cambiado su hábito de consumo, que es más
exigente y sobre todo opina y comparte al instante lo que ve y cómo lo ve. El
altavoz de las redes sociales para la televisión es maravilloso en el siglo XXI.
K: También me gustaría hablar de tu joven productora propia, ¿qué te llevó a montar la empresa GÁLATA?
E: Junto a Elena Durán, guionista en Canal Sur, decidimos montar esta
productora para hacer pequeños formatos. Trabajamos con varias ideas para televisiones autonómicas y además nos sirvió en su momento para estar al frente en el equipo de dirección de ‘Se llama Copla’ durante un año. Fue una etapa de mucha
creatividad y de estar al otro lado, creando formatos e intentando colocarlos.
K: ¿De qué formato estás más orgullosa?
E: Estoy muy orgullosa de Crónicas Marcianas, evidentemente, pero tengo un
cariño muy especial a los talents que hice con La Competencia, ‘Pequeños
Gigantes’ y ‘Levántate’, pero también de mi paso como directora por las dos temporadas de ‘Got Talent’ con Fremantle Media, talent por
excelencia… Pero sobre todo orgullosa del trabajo compartido con las
personas con las que he trabajado a lo largo de estos años, de las que he
aprendido y que también, me consta, quieren volver a trabajar
conmigo porque se lo han pasado bien y han aprendido.
K: ¿Qué te falta por dirigir?
E: Me hubiera gustado dirigir Factor X, pero no ha podido ser. Es un formato
que sigo desde sus inicios y en su vuelta en España y además con Jesús
Vázquez, mi presentador de cabecera en los últimos años, hubiera sido todo
un reto y sé que lo hubiera disfrutado mucho. Pero te confieso que
no quiero retirarme de eta profesión sin haber dirigido el gran programa de
música en directo, en un teatro o en grandes espacios. Un poco lo que hizo
Miguel Bosé con Séptimo de Caballería… No suelo ser ambiciosa pero en este
caso por soñar me atrevo a hacerlo acompañada de la filarmónica de Berlín y una gran banda de Rock para hacer un gran concierto.
Me gustaría dirigir una gala de los Goya. A la gala de los Goya creo que se le tiene que dar una vuelta importante. Creo que necesita un cambio la forma que tenemos en este
país de hacer galas, ya sea la de Eurovisión, la de la tele o Los Goya. Un
ejemplo son los premios de la tele, me fastidia que los que hacemos televisión
no podamos hacer una gala amena, dinámica, con ritmo… No entiendo que
una gala de televisión no tenga el ritmo que impone la tele. ¡Y se convierta en
algo muy aburrido!
K: Empezaste como periodista musical, ¿Cómo pasaste de eso a la dirección en
televisión?
E: Sigo escribiendo sobre música e intento colaborar en revistas como Rock de
Lux cuando me llaman o últimamente en ‘El Asombrario’, recomendando
discos que escucho. Mi última etapa en la radio musical fue en Radio 3, como
locutora en ‘Escápate mi amor’ junto a Juan Pablo Silvestre, más tarde doy
un giro de 360º y trabajo como redactora de una tertulia política en RNE,
Radio 1. Fue un momento de mi vida donde quería aprender de todo y me
interesaba la política, y como tenía la opción de seguir escribiendo de música,
dije que sí. Todo eso me lleva a que Sardà me conozca por las buenas
referencias de la casa, razón por la que me invita a que trabaje con él en
las mañanas de RNE en ‘La Bisagra’ y de ahí una cosa llevó a la otra,
como por ejemplo a trabajar en el Gabinete de Prensa de la Expo 92 en
Sevilla… y después ya como redactora en televisión por primera vez con
Ramon Miravilles, Joaquín Arozamena y más tarde con el gran Ángel Casas
en TVE, llevando la coordinación de invitados nacionales e internacionales.
La posibilidad de dirigir programas llegó más tarde de la mano del que ha
sido mi gurú y maestro, Joan Ramón Mainat, y gracias a Sardà. A ambos les
estaré eternamente agradecida. Gestmusic me formó como profesional
empezando como coordinadora y acabando como subdirectora,
disfrutando en todo momento de este medio.
K: ¿Cuánto tuviste claro que querías dedicarte a la tele?
E: Ahora soy directora, pero igual en tres años soy redactora. En esta profesión
tan pronto estás arriba como abajo… Siempre desde pequeñita he deseado
dedicarme al audiovisual: tanto radio como tele. En un momento pensé que
podía ser presentadora de contenidos musicales, incluso me llamaron cuando tenía 18
años para participar en un casting de presentadoras para hacer el programa musical ‘Tocata’ tras verme el director en una sección de ese mismo programa donde gente de la radio eramos invitados puntualmente para dar la alternativa televisiva a grupos musicales emergentes en ese momento. A mi me dieron a elegir entre Los Inhumanos y Los Negativos y opté por los segundos, iban más con mis gustos.
Al final dejé pasar la oportunidad. Me he acordado muchas veces porque mi vida hubiera cambiado, aunque nunca me he arrepentido: mi vida cogió otros derroteros y he seguido haciendo lo que me gusta: música, radio y conocer un mundo como el de la tele, que me ha producido satisfacción a todos los niveles.
K: ¿En algún momento has pensado en ‘tirar la toalla’?
E: La única vez fue cuando me quedé en el paro durante un año y medio y me
costó retomar el ritmo porque nadie me llamaba ni me contestaba a los mails, era como si hubiera desaparecido para todos. Es algo que he manifestado
públicamente, ahí descubrí quienes eran amigos y compañeros y quienes
realmente no. Entiendo lo que la gente dice cuando envían CV’s y no reciben
respuesta. Me di cuenta de quién me apoyaba y quién no. Puertas cerradas.
Curiosamente las tres únicas personas que en esa época demostraron interés
por mi fueron Jordi González, Ana Rivas y Jordi Évole. A este último tras seguirle en redes sociales un buen día le envié un mensaje por Twitter presentándome y me respondió muy amablemente a los pocos minutos diciéndome que yo no me acordaba, pero que nos habíamos conocido en persona años antes, recordándome un bonito pasaje. Hablábamos por teléfono y a día de hoy seguimos en contacto. Luego Amparo Castellanos, productora ejecutiva en Banijai supo que estaba en el paro y me abrió de
nuevo las puertas para regresar a Tele5 con la dirección de Mira quien Salta. A
partir de ahí ha sido un no parar con varios formatos y en diferentes
productoras.
K: ¿Cuáles son las claves para ser director de programas?
E: Es muy complicado. Es como quien quiere ser Fernando Alonso, primero
hay que tener un aprendizaje y estar desde pequeño entrenando. No conozco a
nadie que de buenas a primeras haya sido director de programas… Antes ha
sido redactor, coordinador…. Yo siempre digo que el director de programas
es como uno de orquesta. Tiene que saber cómo suenan y deben estar afinados los instrumentos, sin necesidad de saber tocarlos todos, para
que el conjunto suene perfectamente.
K: ¿Quiénes han sido tus referencias?
E: Dos mujeres con las que no he tenido el gusto de trabajar: Julia Otero y
Mercedes Milá. Con Julia estuve a punto de hacer un formato para Antena 3
que finalmente no se llevó a cabo. A nivel de hombres, tuve el honor de
trabajar con varias generaciones: Ángel Casas, Jordi Hurtado, Jesús
Quintero, Jesús Vázquez… pero te voy a decir mi referente de pequeña:
cuando tenía 7 u 8 años era el programa de José María Iñigo. Yo misma me
montaba mi propio show imitándole a él y a sus invitados. Es más, en mi
pequeño despacho, en casa, tengo muchas cosas que hacen referencia a la
tele y muchas fotos, pero hay un lugar privilegiado para la foto del momento de Íñigo
con Uri Geller. Me la regalaron unos amigos porque sabían de esta historia.